Si tienes más de 30 años la conoces y seguramente la utilizaste. Si naciste en este siglo o aún no has alcanzado la treintena, sin duda has escuchado hablar de ella. Nos referimos a la famosa cámara que hacia furor en los años ochenta, porque sólo tenías que disparar y en tan solo unos minutos, tras haber hecho la foto la tendrías impresa en tus manos, esa que todos queríamos y que casi todos tuvimos: la muy famosa polaroid.
Testigo de las mejores vacaciones de nuestras vidas, de veranos interminables, infaltable en bodas, cumpleaños y conciertos »ochenteros» cuyas reseñas gráficas hicieron las delicias de todos.
Fácil de usar, sencilla al transportarla, no había turista que no llevase una colgada al cuello, para presumir al instante de las mejores gráficas de su viaje. En lo que a técnica se refiere, para entonces era la última tecnología, hoy día no nos causaría tanta sorpresa, pero no hay quien no esboce una sonrisa al recordarla.
¿ La buena noticia?
Es que tras muchos años de permanecer en la trastienda y casi olvidada pasando a hacer sólo un elemento más del » remenber» las fotografías hechas al estilo de la mítica polaroid están de regreso, y cada vez son más quienes se suman a la moda de imprimir las fotografías de eventos, conciertos, cumpleaños, bodas y bautizos, con el estilo muy personal que imprimían a todos estos eventos, estas cámaras amadas por los amateur de la época.
Solo tenias que decidir hacia donde apuntar, disparar, y apretar el botón de revelado; acto seguido, y a través de una ranura indicada para esta función salía la tan ansiada foto. Debías esperar unos minutos ventilando la fotografía cerrada por un plástico protector, mientras la imagen se fijaba al papel fotográfico definitivo, y tras cinco minutos de espera, disfrutar de ese instante capturado para siempre por la cámara.
Un muy fuerte movimiento retro en el mundo entero, ha despertado un interés muy especial por artículos ya casi olvidados, trayéndoles de regreso, entre ellos, las fotografías logradas por los equipos de la marca polarodi, cuyo formato era inconfundible.
A día de hoy, muchos nostálgicos quieren tener en su haber fotografías que recuerden aquellas famosas imágenes instantáneas ( aunque muchos de ellos, no las hayan ni utilizado) hoy vuelven y lo hacen con la misma apariencia de hace casi 40 años, conservando ese marco blanco más ancho en la parte inferior, con glasofonado brillo en toda la extensión de su superficie y con la apariencia brillante que para entonces cautivo.
La manera nostálgica de hacer permanente tus fotos, deberías conseguirla en cualquier imprenta o tienda de procesamiento fotográfico que se precie. Podrás entonces solicitarle a tu agente experto de confianza está gráfica de forma cuadrada, con marcado estilo vintage, añadiendo nuevas prestaciones y recursos, entre ellos la posibilidad es agregar mensajes y dedicatorias especiales a cada una de ellas en color o en blanco y negro, logrando si así lo deseas una decoración inigualable y con todo el encanto de esa década de la movida.